Algo sobre mí que no conocías (y ahora sí)
Toda web que encuentres por ahí y que tenga una sección de “sobre mí” o “sobre el equipo” es una página de las chulas. De las guapas. De las interesantes. De las potentes. De las… 😍 de las… 🤟
Y ahora es cuando te doy la bienvenida al «sobre mí» oficial de María Tovar 😎🤙
La cosa promete ¿¡eh!?
🤏[DIMINUTO INCISO] Como el “sobre mí” está muy visto.
Esta sección la llamaremos “Sobre lo que (en realidad) quieres saber de mí para saber si puedo ayudarte con tu problemita con el trastorno bipolar de tu familiar”.
Más largo. Pero más al grano.
Esta sección la llamaremos “Sobre lo que (en realidad) te interesa para saber si puedo ayudarte con tu problemita con el trastorno bipolar de tu familiar”.
Más largo. Pero más realista.
Pues voy a contarte lo justo y necesario para dar respuesta al principal interés que te trajo hasta aquí.
Date cuenta de que tu gran problema con la bipolaridad de tu familiar, fue también mi gran problemón durante casi 20 años.
Y digo FUE. Y no ES.
Ojo al dato 👀
Y también ojo con esto otro:
Si tú quieres, puedes leer esto y descubrir cómo resolver tu problemón desde hoy mismo.
La forma que yo utilicé para conseguirlo es algo que tú también puedes replicar.
Repito. Solo si tú quieres.
Si no, aquí no hay nada que te interese.
En serio, pasa de esta página y sigue soñando con una solución que nunca llega.
Lo que decía.
Replica y disfruta del cambio. 100% posible.
No te garantizo nada. El cambio es cosa tuya. Yo te comparto cómo hacerlo, y tú tomas acción y disfrutas del resultado.
¡Por cierto! Antes de seguir, hay algo importante que debes saber.
¿Más importante que ir al grano?
Esto es parte del grano, compi. 😜
Si crees que voy a darte la super mega masterclass para contarte la receta de la poción mágica que te convierta en invencible (al estilo Obélix) frente al trastorno bipolar de tu familiar.
O piensas que tengo enchufe con Harry Potter y te enseñará personalmente el meneíto rápido de varita para evitar cualquier episodio de manía, hipomanía o depresión…
¡La llevas clara! (con todo el respeto)
La cosa no va de magia potagia. La cosa va de tomar decisiones. De realidad.
Va de que pases de estar hasta las narices del TAB y que consuma tu tiempo y energía haciéndote sentir una mierda después de intentarlo todo.
A que reserves un viaje para dentro de un mes. Te vayas, disfrutes de las vacaciones y no tengas que volverte a mitad de tu estancia, quedándote sin viaje y sin dinero, porque una recaída te lo ha jodido (otra vez).
Como ya te he dicho. No te vendo humo. Ni magia.
Pasas de un punto a otro.
Pero como cualquier cambio, hay que hacer cosas para conseguirlo. Grandes, pequeñas, medias. Da igual.
Hacer cosas diferentes. Y tomar decisiones diferentes.
Si algo puedo adelantarte sobre el método infalible para salir de tu frustración y desesperación frente a la enfermedad mental de tu familiar.
Te diré solo una cosa.
Recuperarás tu libertad.
Sentirás que tu tiempo es tuyo y que ninguna enfermedad (por complicada que sea) puede adueñarse de él.
Reconocerás que tienes un problema llamado Trastorno Afectivo Bipolar. Y descubrirás que es posible reír, hacer planes con tu gente cuando te plazca, y acabar con la mala leche que te produce esta maldita pesadilla.
Cómo hacerlo es lo que encontrarás aquí.
Aquí no hay nada más. No hay nada menos.
¿Entonces qué? ¿Quieres saber por qué y cómo puedo ayudarte? (Sí, María, que ya llevas un rato hablando y no arrancas, hija) 😂
Pues ¡agárrate que vienen curvas!
Soy María Tovar.
Quiromasajista (entre otras cosas), hija de madre bipolar. Adicta a soñar despierta y a aprender (incluso) dormida.
“Pero yo pensaba que serías psicóloga, coach o algo por el estilo”.
Que va. No soy profesional de la salud ni nada que se le parezca.
Pero si hubiera un doctorado universitario como Especialista en pararle los pies al Trastorno Bipolar, sin duda, tengo matrícula de honor. 😎 🤟
Todo empezó cuando era niña. 12 añitos tenía.
La bipolaridad de mi madre salió de la nada. Aunque para qué engañarnos, llevaba en mi vida muchos años, pero no tenía ni idea.
La cuestión es que ya con 28 años, viví el último brote maníaco que mi madre ha sufrido. Y que sufrirá.
No estoy 100% segura de esto último.
De lo que sí estoy segurísima es de que sé pasmosamente bien lo que hay que hacer y cómo hacerlo cuando un posible brote quiere dar por saco de nuevo.
Eso de dejarte con 0 concentración en el trabajo. Quitarte las ganas para salir a tomar algo con los tuyos. O estropearte hasta una duchita caliente en pleno invierno.
Soy María Tovar.
Quiromasajista (entre otras cosas), hija de madre bipolar. Adicta a soñar despierta y a aprender (incluso) dormida.
“Pero yo pensaba que serías psicóloga, coach o algo por el estilo”.
Que va. No soy profesional de la salud ni nada que se le parezca.
Pero si hubiera un doctorado universitario como Especialista en pararle los pies al Trastorno Bipolar, sin duda, tengo matrícula de honor. 😎 🤟
Todo empezó cuando era niña. 12 añitos tenía.
La bipolaridad de mi madre salió de la nada. Aunque para qué engañarnos, llevaba en mi vida muchos años, pero no tenía ni idea.
La cuestión es que ya con 28 años, viví el último brote maníaco que mi madre ha sufrido. Y que sufrirá.
No estoy 100% segura de esto último.
De lo que sí estoy segurísima es de que sé pasmosamente bien lo que hay que hacer y cómo hacerlo cuando un posible brote quiere dar por saco de nuevo.
Eso de dejarte con 0 concentración en el trabajo. Quitarte las ganas para salir a tomar algo con los tuyos. O estropearte hasta una duchita caliente en pleno invierno.
Y eso otro de seguir arrastrando noches de insomnio, crisis de ansiedad o una enorme desesperación que te lleva a desear desaparecer del mapa.
Ya lo consiguió en su día. Ahora (si tú quieres) nunca más lo hará.
Como imaginarás, puedes darle la patada a toda esta mierda, mientras aprendes a evitarle recaídas. Si no, no tendría sentido ¿verdad?
Pues si quieres cambiar tu realidad y levantarte cada día con la bonita sensación de saber que la bipolaridad no maneja tu tiempo, no destroza tu salud y tampoco acaba con tu paciencia robándote cualquier posibilidad de disfrute.
¿Mi madre no me quiere? Ni yo tampoco.
La relación con mi madre me consumía. Incluso llegué a pensar que no me quería. Me odiaba porque me sentía manipulada, engañada y consumida.
Su última crisis maníaca nos condenó a dos años de recuperación y dolor.
Por fin salió del pozo. Ella volvió en sí y yo volví a nacer.
Me prometí no pasar nunca más por aquella traumática y asfixiante experiencia.

¡Por fin cumplí mi sueño de viajar por Latinoamérica sin fecha de vuelta!
Algo que veía imposible de superar, se convirtió en comunicación sincera, estabilidad emocional y tiempo para mimarme por dentro y por fuera.
Y lo mejor de todo fue cómo aprendí a ayudar y cuidar a mi madre incluso a miles de kilómetros de distancia.
Así fue cuando empezó mi cambio.
No por irme a la otra punta del mundo. Que va.
Eso solo fue la vivencia que me demostró que merezco disfrutar de mí misma y de todo lo que me rodea. Mamá incluida.
Leer. Investigar. Estudiar. Meditar. Cuidarme y aprender de los errores. Fue todo lo que nunca hice.
Ahora tras años de todo eso y de ayudar a otros familiares a conseguir recuperar su sonrisa y bienestar sabiendo cómo actuar para evitar que otro episodio les consuma.
Te cuento sin pelos en la lengua qué debes hacer para conseguir lo mismo. Y más.
Si esto te interesa es porque has probado de todo y no puedes más…
Si esto no te interesa, quizás sea porque no confias en alguien que ya pasó por lo mismo que tú, pero no es psicóloga ni pretende serlo.
O puede que sea porque prefieres seguir en tu zona de (des)confort, y tu prioridad no sea tener una vida de relax, disfrute y bienestar junto a tu familiar bipolar.
¡Oye! No te culpo. Cómo vivir es cosa de cada uno. De cada una.
¡Eso sí! Elijas lo que elijas. El miedo siempre estará a tu lado.
Tú decides si dejas que te domine y paralice. O prefieres saber cómo controlarlo con calma para comértelo con papas durante unas buenas vacaciones o una tarde de móvil en silencio sin culpas ni agobios.
Salimos juntas del infierno.
Retomando un poquito mi historia…
3 maníacas y 2 depresivas son las recaídas que hemos evitado durante los últimos 7 años.
¡Esto sí que es un lujazo y no tener una piscina climatizada en la terraza! ¿no crees? (bueno…eso también) 😅
Creo que no hace falta que te diga que nadie nos ha regalado esta supuesta utopía.
Nos lo hemos currado, pero bien. 💪
Mi madre. Y yo.
Yo y mi madre.
Nadie más. Nadie menos.
¿¡Cómo que nadie más?!
Mira el cambio de estos familiares



¿Tú también quieres currártelo y vivir con la bipolaridad de tu familiar sin perder el sueño, el hambre o las ganas para disfrutar de tus días?